Imaginándote
Escucho tu nombre, nada más y ya presiento,
cual la brisa de tu tierra que me llega;
de esas playas el ondularse de palmeras
y en el paisaje tu zigzagueante cuerpo.
Si tu rostro imagino, nomas, como algo bello
que amistoso y amoroso se me acerca;
para que mi corazón vista de fiesta
estas penumbras donde estoy inmerso.
Y soy el beso que en ti detiene el vuelo,
entre las amapolas de tus mejillas plenas,
y las dulzuras de tu embriagante aliento.
Y en ese instante feliz de los ensueños,
de ilusionado nomas me siento dueño
de ese tu dulce amor que allí me entregas.
Autor: Emilio Pablo
