POEMAS PARA LA MUJER: Poemas de amor imposible Escritora Arjona Delia
Escritora Arjona Delia
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1 de noviembre de 2009

Poema de la Lluvia

Acaso está lloviendo también en tú ventana;
Acaso esté lloviendo calladamente, así.
Y mientras anochece de pronto la mañana,
yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mi.

Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo,
sintiendo que despierta su ternura de ayer.
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo,
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.






Autor: José Angel Buesa



31 de octubre de 2009

Poema de amor imposible




Esta noche pasaste por mi camino
y me tembló en el alma no sé qué afán
pero yo estoy consciente de mi destino
que es mirarte de lejos y nada más.

No, tú nunca dijiste que hay primavera
en las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
que mirarte de lejos y nada más.

Y así pasas a veces tranquila y bella,
así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
que se mira de lejos y nada más.

Y así pasan las rosas de cada día
dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
de mirarte de lejos y nada más.

Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
más allá de la muerte, si hay más allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,
te miraré de lejos y nada más..



Autor: José Angel Buesa






Poema de amor ajeno

Poema de amor ajeno


Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo sé que eres mía, sin ser mío tu amor.

La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer.
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber.

Por eso puedes irte, porque, aunque no te sigo,
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.

Tu amor es como un río, que parece más hondo,
inexplicablemente, cuando el agua se va.
Y yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo,
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.

Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así.
Pensando en ti, esta noche, yo besaré otra boca;
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí!






Autor: José Angel Buesa






Me extrañaras

Elegía Lamentable

Desde este mismo instante seremos dos extraños
por estos pocos días, quien sabe cuántos años,
yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido
uno de esos que nadie confiesa haber leído.

Y así mañana, al vernos en la calle, al ocaso,
tú bajaras los ojos y apretarás el paso,
y yo, discretamente, me cambiaré de acera,
o encenderé un cigarro, como si no te viera.

Seremos dos extraños desde este mismo instante
y pasarán los meses, y tendrás otro amante:
y como eres bonita, sentimental y fiel,
quizás, andando el tiempo, te casarás con él.

Y ya, más que un esposo será como un amigo,
aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo,
y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,
se te empañen los ojos, al llegar una fecha.

Acaso, cuando llueva, recordarás un día
en que estuvimos juntos y en que también llovía.
Y quizás nunca más te coloques aquel traje
de terciopelo verde, con adornos de encaje.

O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta,
cuando dobles tu almohada con mano soñolienta.
Y domingo a domingo, cuando vayas a misa,
de tu casa a la iglesia, perderás tu sonrisa.

¿Qué más puedo decirte? Serás la esposa honesta
que abanica al marido cuando ronca la siesta,
y tras fregar los platos y tras tender las camas,
te pasarás las noches sacando crucigramas.

Y así, años y años, hasta que, finalmente,
te morirás un día, como toda la gente.
Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre,
y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.







Autor:José Ángel Buesa






11 de febrero de 2009

Recordándote


Recordándote

Recostada contra el cristal de la ventana,
junto las manos en gesto indefinido,
la mirada perdida en la distancia
y el corazón latiendome de frío.

Ya la tarde va cayendo lentamente,
la noche, tu recuerdo me provoca,
un aire de nostalgia me acompaña
y tu nombre me ronda aquí en la boca.

Hoy siento deseos de extrañarte,
no ahorro recuerdos que no olvido,
hoy quisiera abrazarte como antes,
con el alma, corazón y mis sentidos.

Pero no te tengo y no se donde,
estarás en este instante exactamente,
me pregunto si te acuerdas de mis besos,
o si los has desterrado de tu mente.

Y aquí estoy contemplando el infinito,
me entrego a la pena que me arrastra,
de que vale fingir que nada es cierto,
te amo, a pesar de la distancia.






Autor: Marta Bello

27 de noviembre de 2008

Adios

Te fuiste un día
lluvioso de otoño,
llevándote mi sonrisa
envuelta en tu piel,
yo quedé muy sola,
contemplando el camino,
por el que partiste
para no volver.

Luego llegó el invierno,
también la primavera,
cronológicamente
todo llegó,
menos la alegría
que trae el regreso,
pues hoy está solo mi corazón.

Mil veces he querido,
tratar de alejarme,
de los pensamientos
que te traen a mí,
pero es inútil,
estás en mi recuerdo,
como sombra
que me impide vivir.

Tal vez algún día,
al despertar me sorprenda,
cuando encuentre en otros ojos,
las ganas de reír,
sabré entonces
que te has ido para siempre,
así nuevamente
volveré a ser feliz.





Autor: Marta Bello.


27 de septiembre de 2008

Amor Imposible

Poema De Amor Imposible

Esta noche pasaste por mi camino
y me tembló en el alma no se que afán
pero yo estoy consciente de mi destino
que es mirarte de lejos y nada más.

No, tu nunca dijiste que hay primavera
en las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
que mirarte de lejos y nada más.

Y así pasas aveces tranquila y bella,
así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
que se mira de lejos y nada más.

Y así pasan las rosas de cada día
dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
de mirarte de lejos y nada más.

Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
más allá de la muerte, si hay mas allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,
te mirare de lejos y nada más...






José Angel Buesa



7 de septiembre de 2008

Cruel destino

Poema De Amor Imposible

En las paredes blancas de una vieja habitación
estaban grabadas las señales del amor.
Las marcas arrugadas en un viejo sillón
eran testigos mudos de lo que allí pasó.

Un viejo retrato se reflejaba en el espejo,
muebles tapados con sábanas y trapos viejos.
Aunque la habitación daba un aspecto añejo,
en un tiempo brillaba el amor, allá a lo lejos.

Vivían ahí felices dos jóvenes enamorados,
se trasmitían dicha, felicidad y sentimientos.
Corrían risueños, saltaban tomados de las manos,
cantaban alegres y sus voces las llevaba el viento.

Esta pareja contenta con muchos proyectos
de construir una casa y tener descendencia,
de vivir del trabajo, parecía todo perfecto.
Soñaban que el amor los colmaría de esencia.

Pero el cruel destino dictó un día su sentencia.
Un hombre malvado, los destruyó con violencia,
En un solo segundo se quedó sin su presencia,
y le arrebató la vida de su amor con demencia.

Empuñaba un arma y se cruzó en su camino,
atrás quedaron el futuro y todos sus sueños.
¡Maldigo yo ese día, en el que ese cretino
se robara los años de proyectos y ensueños!

Desde ese oscuro día en que lo arrebató todo
la habitación de la casa se lleno de polvo.
Sueños de amor y proyectos maravillosos
quedaron en la nada, solo silencio y lodo.






Poema publicado en el libro "Retrato de mujer" de Arjona Delia.
Todos los derechos reservados.
Copyright ©06/09/2008 by Arjona Delia

27 de agosto de 2008

La lluvia complice




Así como la lluvia transita por el día,
así como los vidrios se empañan lentamente,
quisiera que mis manos tuvieran la alegría,
de acariciar las tuyas, de besarte en la frente.

De encerrar la tibieza que me da tu mirada,
de creer que la luna nos espera en la plaza,
de pescar peces de oro en alguna cañada,
y de pintar el aire adentro de la casa.

Así como las gotas de este otoño que nace,
parecen letanías de viejas procesiones,
mi corazón de sueños en luces se deshace
y envuelve tu silencio en tantas ilusiones.

El cielo está llorando, descargando sus penas,
un concierto de chapa nos va entregando el agua,
la playa está desierta, solo el mar y la arena,
y una ciudad que aturde con ruidos y paraguas.

Y así te ven mis ojos, tierno y callado,
con tus brazos desnudos, con tu cuerpo de estío,
pero llueve, es otoño, y sin que sepas nada
le doy vida a los leños y te cubro del frió.

Doy calma a tantas sombras que inundan tu cabeza
los recuerdos que afloran pero que están dormidos,
a voces que no encuentran su lugar en la mesa
porque son intangibles, no volverán, se han ido.

Y así cual primavera que impulsa los retoños,
como una madre buena que al hijo lo regaña,
le pido con el alma a esta lluvia de otoño
me cuente que me esperas, me diga que me extrañas.






Autor: Leon Romero
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Deja que me vaya



Dejáme que me vaya sin un adiós siquiera,
que el silencio me cubra, que me apuren las sombras,
que me lleve retazos de un sol de primavera,
y que se quede en el tiempo lo que ya no me nombra.


Dejáme que desate las cintas del olvido,
que se marchen conmigo las rosas perfumadas,
que el cielo en la mañana te diga que me he ido
y que tu cuerpo tiemble sin preguntarme nada.


No llores, no es llanto quien detiene partidas,
tampoco las palabras que alientan juramentos,
el destino está escrito, simplemente es la vida,
y ese camino incierto que nos marcan los vientos.


Pero estaré, no creas que yo me iré del todo,
imposible llevarse los recuerdos queridos,
si en cada cosa hay algo, hasta en el mismo lodo,
la ausencia simplemente dice que hemos partido.


Quedará mi esperanza descansando en tu mano,
la plegaria silente que se duerme en mí mismo,
la nieve del invierno, la luz de los veranos
y estos versos cargados de amor y de lirismo.

Cuando salgas al patio me verás en las flores,
en el viejo naranjo, en los durazneros,
que plantaron tus sueños vestidos de colores,
cuando mis pensamientos te gritaban ¡te quiero!.

Búscame aquí, en el pozo, en las aguas del río,
en las uvas maduras, en la higuera, en sus higos,
en las tardes soleadas y en las noches de frío,
¡Dejame que me vaya, quédate aquí conmigo!






Autor:Leon Romero
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Estrella


Entregada a los recuerdos
voy mirando las estrellas
voy preguntándole al viento,
donde estás entre todas ellas.


El silencio me contesta,
la soledad me responde,
y yo sigo preguntando,
¿donde mi estrella se esconde?

¿Acaso es que tienes miedo
que te observe por las noches?
¿acaso es que tienes miedo
que el mirarte sea un reproche?

Triste recordar el mío,
para qué pensar en ello,
si no quieres por las noches,
bañarme de luz mi sueño.


Seguiré andando y andando,
jamas desviaré mi huella,
sin poder alcanzar nunca
¡Todo lo que está en mi estrella!.






Autor: Leon Romero

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