La vida en el campo es tranquila y hermosa. Se pueden disfrutar de los distintos tonos verdes de la naturaleza, respirar el aire puro y sentir cómo nos acaricia el viento. Pero el campo es más que eso: es trabajo y sacrificio. El campesino se levanta de madrugada, cuando el sol aún no está, a sembrar la semilla de la esperanza. Debe cuidarla y protegerla del frío, la helada y el calor, para poder cultivar su futuro. Y la tierra le agradece, con su producción.
EL CAMPESINO Y LA TIERRA
(Arjona Delia)
En las mañanas frías y heladas
y bajo los rayos del sol,
se levanta de madrugada,
a trabajar el sembrador.
Siembra la semilla en la tierra,
cosecha también su producción,
ara el campo días enteros,
con frío, helada y calor.
Abre los surcos en la tierra
de la Madre Naturaleza,
y trabaja con la esperanza
¡del milagro de la cosecha!
Poema
publicado en el libro “Entre plumas y pinceles”
Todos los derechos reservados.
Copyright ©14/05/2013 by Arjona Delia
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