POEMAS PARA LA MUJER Escritora Arjona Delia
Escritora Arjona Delia

31 de octubre de 2009

Poema de amor imposible




Esta noche pasaste por mi camino
y me tembló en el alma no sé qué afán
pero yo estoy consciente de mi destino
que es mirarte de lejos y nada más.

No, tú nunca dijiste que hay primavera
en las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
que mirarte de lejos y nada más.

Y así pasas a veces tranquila y bella,
así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
que se mira de lejos y nada más.

Y así pasan las rosas de cada día
dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
de mirarte de lejos y nada más.

Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
más allá de la muerte, si hay más allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,
te miraré de lejos y nada más..



Autor: José Angel Buesa






Poema de amor ajeno

Poema de amor ajeno


Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo sé que eres mía, sin ser mío tu amor.

La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer.
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber.

Por eso puedes irte, porque, aunque no te sigo,
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.

Tu amor es como un río, que parece más hondo,
inexplicablemente, cuando el agua se va.
Y yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo,
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.

Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así.
Pensando en ti, esta noche, yo besaré otra boca;
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí!






Autor: José Angel Buesa






Poema de Soledad




Poema de las cosas

Quizá estando sola,
de noche, en tu aposento,
oiras que alguien te llama
sin que tu sepas quien.

Y aprenderas, entonces
que hay cosas como el viento,
que existen, ciertamente,
pero que no se ven.

Y tambien es posible
que una tarde de hastio,
como florece un surco
te renazca un afan.

Y entenderas, entonces,
que hay cosas como el rio,
que se estan yendo siempre
pero que no se van.

O al cruzar una calle,
tu corazon tranquilo
recordara una pena
que no tuviste ayer.

y aprenderas entonces
que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido
pero que pueden ser.

Por mas que tu pretendas
ignorar estas cosas,
sabras porque suspiras
oyendo una cancion.

Y aprenderas entonces
que hay cosas como rosas,
Cosas que son hermosas
sin saber que lo son.

Y una tarde cualquiera
sentiras que te has ido,
y un soplo de ceniza
secara tu jardin.

Y aprenderas entonces
que el tiempo y el olvido,
son las unicas cosas
que nunca tienen fin.





Autor: José Angel Buesa




Poema de la espera

Yo sé que tú eres de otro
y a pesar de eso espero.
Y espero sonriente porque
yo sé que un día como en amor,
el último vale más que el primero
tu tendrás que ser mía.

Yo sé que tú eres de otro
pero eso no me importa.
Porque nada es de nadie
si hay alguien que lo ansía.
Y mi amor es tan largo
y la vida es tan corta
que tendrás que ser mía.

Yo sé que tú eres de otro.
Pero la sed se sacia solamente
en el fondo de la copa vacía.
Y como la paciencia
puede más que la audacia
tú tendrás que ser mía.

Por eso en lo profundo
de mis sueños despiertos
yo seguiré esperando
porque sé que algún día
buscarás el refugio
de mis brazos abiertos
y tendrás que ser mía.






Autor: José Angel Buesa





Amor secreto



Era mi amiga

Era mi amiga, pero yo la amaba
yo la amaba en silencio puramente,
y mientras sus amores me contaba
yo escuchaba sus frases tristemente.

Era mi amiga, pero me gustaba
y mi afán era verla a cada instante.
Nunca supo el amor que yo albergaba
porque siempre me hablaba de su amante.

Era mi amiga para todo el mundo
porque a nadie mi amor yo confesaba,
pero yo la quería muy profundo
y forzosamente me callaba.

Era mi amiga, y mi cuerpo sentía
estremecer si ella me miraba,
al oírla junto a mí feliz me hacía
más de este amor ella nunca supo nada.

y aunque sólo mi amistad yo le ofrecía,
era mi amiga, pero yo la amaba.



Autor: José Angel Buesa




Me extrañaras

Elegía Lamentable

Desde este mismo instante seremos dos extraños
por estos pocos días, quien sabe cuántos años,
yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido
uno de esos que nadie confiesa haber leído.

Y así mañana, al vernos en la calle, al ocaso,
tú bajaras los ojos y apretarás el paso,
y yo, discretamente, me cambiaré de acera,
o encenderé un cigarro, como si no te viera.

Seremos dos extraños desde este mismo instante
y pasarán los meses, y tendrás otro amante:
y como eres bonita, sentimental y fiel,
quizás, andando el tiempo, te casarás con él.

Y ya, más que un esposo será como un amigo,
aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo,
y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,
se te empañen los ojos, al llegar una fecha.

Acaso, cuando llueva, recordarás un día
en que estuvimos juntos y en que también llovía.
Y quizás nunca más te coloques aquel traje
de terciopelo verde, con adornos de encaje.

O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta,
cuando dobles tu almohada con mano soñolienta.
Y domingo a domingo, cuando vayas a misa,
de tu casa a la iglesia, perderás tu sonrisa.

¿Qué más puedo decirte? Serás la esposa honesta
que abanica al marido cuando ronca la siesta,
y tras fregar los platos y tras tender las camas,
te pasarás las noches sacando crucigramas.

Y así, años y años, hasta que, finalmente,
te morirás un día, como toda la gente.
Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre,
y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.







Autor:José Ángel Buesa






Poema del domingo triste

Poema del domingo triste

Este domingo, triste, pienso en ti, dulcemente,
y mi vieja mentira de olvido ya no miente.
La soledad, a veces, es el peor castigo,
Pero que alegre todo si estuvieras conmigo.

Entonces no querría mirar las nubes grises
formando, extraños mapas de imposibles países,
y el monótono ruido del agua no seria
un motivo secreto de mi melancolía.

Este domingo triste nace de algo que es mío
que quizá es tu ausencia o quizá es mi hastió
Mientras corren las aguas por la calle, en declive
el corazón se muere de un ensueño que vive.

La tarde pide un poco de sol, como un mendigo,
¿Y... acaso hubiera sol si estuvieras conmigo?
¿Y tendría la tarde, fragantemente muda,
el ingenuo impudor de una niña desnuda?

Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,
que alegre me seria, este domingo triste.








Autor: José Angel Buesa




Entradas populares

È