POEMAS PARA LA MUJER Escritora Arjona Delia
Escritora Arjona Delia

7 de noviembre de 2009

Poema de Amor Equivocado


mujer+rostro

Poema del Mal Amor


Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar.
Yo soy un árbol seco
que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre
que sueña con el mar.

Yo eché mi red al río…
Se me rompió la red.
No unas tu vaso lleno
con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso
voy a sentir más sed.

Se besa por el beso,
por amar el amor…
Ese es tu amor de ahora,
pero el amor no es eso,
pues sólo nace el fruto
cuando muere la flor.

Amar es tan sencillo,
tan sin saber por qué.
Pero así como pierde
la moneda su brillo,
el alma, poco a poco,
va perdiendo su fe.

¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
Hay velas que se rompen
a la primera racha,
¡y hay tantas velas rotas
en el fondo del mar!

Pero aunque toda herida
deja una cicatriz,
no importa la hoja seca
de una rama florida,
si el dolor de esa hoja
no llega a la raíz.

La vida, llama o nieve,
es un molino que va moliendo
en sus aspas el viento
que lo mueve,
triturando el recuerdo
de lo que ya se fue…

Ya lo mío fue mío,
y ahora voy al azar.
Si una rosa es más bella
mojada de rocío,
el golpe de la lluvia
la puede deshojar.

Tuve un amor cobarde.
Lo tuve y lo perdí.
Para tu amor temprano
ya es demasiado tarde,
porque en mi alma anochece
lo que amanece en ti.

El viento hincha la vela,
pero la deshilacha,
y el agua de los ríos
se hace amarga en el mar.
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!



Autor: José Angel Buesa


Poema de desilusión



Poema del Desencanto

Y comenzaremos juntos un viaje hacia la aurora.
Como dos fugitivos de la misma condena.
Lo que ignoraba antes no he de callarlo ahora;
No valías la pena.

Ya llegaba el otoño y ardía el mediodía.
Sentí sed. Vi tu copa. Pense que estaba llena,
pero acerque mis labios y la encontré vacía.
No valías la pena.

Te di a guardar un sueño pero tu lo perdiste,
o acaso abrí mis surcos en la llanura ajena.
Es triste pero es cierto. Por ser cierto es tan triste.
No valías la pena.

Fuiste el amor furtivo que va de lecho en lecho,
y el eslabón amable que es mas que una cadena.
Pero hoy puedo decirte, sin rencor ni despecho;
No valías la pena.

Me alegre con tu sonrisa; me apene por tu llanto,
sin pensar que eras mala, sin creer que eras buena.
Te cante en mis canciones y a pesar de mi canto.
No valías la pena.

Me queda el desencanto del que enturbio una fuente,
o acaso el desaliento del que sembró en la arena.
Pero yo no te culpo. Te digo simplemente;
No valías la pena.








Autor: José Angel Buesa


Entradas populares

È