Homenaje A La Mujer - Poema

El Valor De Una Mujer

Sólo un cobarde es valiente
al tratarse de mujeres.
Son pocos los que lo entienden
que una mujer vale más,

y se hace más respetar
no solo por ser cómo es
cautivante y vanidosa
como petalo de rosa
sino porque es mujer.

Un hombre debe saber
que no quita lo valiente
ni tampoco lo cortés
amarlas como merecen
antes que ser bravucón.

Simpre fue su condición
entregarse a quien las ama
con el corazón y el alma
sin escatimar su amor.

Quien las trata con rigor
y ser machos lo que gustan
no han encontrado la justa
que las mida en su valor.

Una mujer es mujer
y todos deben saber
que no hay hombre que por ser
el rey de la creación
deba a sí mismo el honor
de ser hombre y ser varón
si no es por una mujer.





Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" 

Poemas a La Mujer - Como El Cristal

Como El Cristal

Frágil es su corazón,
se quiebra como el cristal,
sus sentimientos se hieren
si no la sabes amar.

Sus besos sobre tu boca
son como brisa de mar,
te hacen los ojos cerrar
es fuego que te provoca.

Son sus labios al besar
tan suaves como el agua,
al beber de una fontana,
donde te puedes saciar.

Su amor es como cristal
se quiebra cuando lo doblas,
pero es muy fuerte a la hora
de entregarse y no fallar.

Sus lágrimas de cristal
esas raras perlas negras,
son el collar de una reina
que nadie puede pagar.

Amor de cristal tu amada
cuando tus labios los besa,
y en su alma la entereza
de mujer fuerte y sincera.





Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" 

Un Poema Para El Día De Los Enamorados

Libertad En El Amor


Si el amor es posesión,
y no deja al otro libre,
lo mires como lo mires
no es verdadero amor.

El amor es libertad,
no se adueña de tu vida,
no te pide que lo sigas
solo te ayuda a volar.

Anda contigo el camino,
pero no lo anda por ti,
deja que tú abras caminos
y decidas dónde ir.

El amor te deja libre,
no extorsiona tu conciencia,
ni te ata con cadenas,
respeta lo que tú piensas.

Nunca el amor aprisiona,
te da total libertad,
te ama porque te ama,
sin pedir nada jamás.

El amor nunca te miente,
ni te exige que lo ames,
se siente feliz con darte,
lo mejor de lo que tiene.





Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" 

Mensaje Para El Día de La Mujer

Por La Mujer

Hoy pensé que los hombres necesitan querer,
pero no existe el amor, si no está la mujer.
Hoy pensé que la vida es más bella que ayer,
pero !ay ! de esa vida, si no está la mujer.

Hoy pensé que las flores perfuman por placer,
y entre todas las flores, se encuentra la mujer.
Hoy pensé en muchas cosas que quisiera tener,
y a mi mente me viene un cuerpo de mujer.

Hoy pensé que soñando se pudiera hasta amar,
Pero si no hay mujer, no se puede soñar.
Hoy pensé en lo hermoso que me ofrece la vida,
y que es la mujer lo que el hombre no olvida,

Hoy pensé en el presente, radiante de locura,
y me viene a la mente, su inmensa ternura.
Hoy pensé que se puede respirar sin querer,
pero el hombre no puede vivir sin la mujer.

Y aunque existan algunas que te empañen el día,
siempre te encuentras otra que te da su alegría.
Hoy pensé en lo perfecto y en todo lo que encierra,
el placer bendecido de tenerla en la tierra.

y entre todas las cosas del hombre lo mejor,
es tener la mujer para hacerle el amor.







Autor: Juan Carlos Aguado Lorenzo

Versos Para El Día De La Mujer

El Cuerpo De Una Mujer

Cuando Dios creó la rosa
la embriagó de gran fragancia,
el cielo llenó de estrellas,
y los mares de sus aguas.

Perlas puso en los corales,
diamantes bajo la tierra,
arcoiris en los cielos,
y en los campor acuarelas.

Creó el mundo en seis días,
al hombre lo hizo perfecto,
al rey de la creación,
lo adornó de un bello cuerpo.

Amor en su corazón,
dulces sueños en el alma,
pasión que lo hace gozar
las delicias de su amada.

Vistió los lirios del campo,
con su esbeltez y su aroma,
pájaros llenando el aire,
de bellos cantos y notas.

Pero si algo Dios creó
que superó lo creado,
fué el cuerpo de una mujer,
algo nunca imaginado.

Él es quien cria la vida
es un templo y un sagrario,
su vientre fecunda el mundo
nada sin él es creado.

El cuerpo de una mujer
Dios no lo hizo de barro,
lo formó en su corazón,
donde nacen los milagros.

El cuerpo de una mujer,
más que perfecto es sagrado.






Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" 

Rimas de Enamorados - Sed De Ti

Tengo Sed De Ti


Cuando la Tierra se llena de Cielo
cuando las rosas comienzan a abrir
cuando siento en mi boca tus besos
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando mis manos se unen y rezan
cuando el soplo de Dios acaricia mi piel
cuando todo está en paz en mi alma
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando pienso que ya no te tengo
que estás lejos muy lejos de mi
cuando lluvias presagian tormentas
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando el miedo me invade y me siento
que quisiera correr y volar hasta ti
cuando lloro en las noches tu ausencia
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando el sol ya no alumbra mis días
y la luna en las noches no vuelve a salir
cuando todo me grite que ya no regresas
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando vienes corriendo a mis brazos
porque me amas como te amo yo a ti
cuando sueñas despierta y me invitas
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando en perlas se engarzan tus lágrimas
y bailamos un tango los dos en París
cuando entregas tu amor en tus sueños
tengo sed...tengo sed de ti.

Cuando muere la tarde en las sombras
como muere un amor sin poder sonreír
Cuando llega la noche callada y nos une
tengo sed ...tengo sed de ti.






Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" 

Varios Poemas Al Día De Los Enamorados

Hombre Enamorado

He imaginado enamorarme de ti
porque sería bonito
tan solo lo imagino
para poder leer
aquello que te he escrito.

Quiero soñarte paseando
conmigo de la mano,
una mano en mi mano
y dedos entrelazados.

Sentir tu piel sobre mi piel
en un tierno abrazo,
oír latir mi corazón
cuando estoy a tu lado.

Mujer, que habrá cien mil
de ellas más bellas
y para mi tú eres la más guapa
y mi princesa.

Entraste en mi corazón
quizás por tus maneras,
por tu sentimiento y tu emoción
por hablar cada tarde.

A ti me entrego en devoción
como un leño que arde
y que nadie encendió.







Autor: Juan Antonio Valero