Poemas sencillos de amor

Cuando el amor es puro y sincero perdura toda la vida. Pero para que sea duradero hay que mantener encendida la llama. Una manera de mantener encendida la llama es por medio de cultivar y avivar el fuego de la pasión. Los besos, las caricias, los abrazos, las palabras todas sirven para alimentar ese fuego. De eso habla el poema "Que no se rompa la magia"

QUE NO SE ROMPA LA MAGIA


Que no se rompa la magia, que no se rompa,
que prenda la llama viva en viva llama.
Que no se rompa el encanto, que no se rompa,
como vela que al arder nunca se apaga.

Sostén entre tus manos esa llama
llama viva, viva llama que arde en llamas,
como arde el rosicler cada mañana
cuando el día al despuntar abrasa el alba.

Es la antorcha del amor puro y sincero
que llega hasta el Olimpo de los dioses
y enciende el mundo entero con su fuego,
porque el fuego del amor jamás se esconde.

Hoy te entrego mi fuego con su magia;
que no se rompa la magia de ese fuego,
que no se rompa el encanto de tus besos
y en tu boca ardan siempre en llamaradas.






Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias)

Poemas sencillos para enamorados

Cuando uno ama entrega toda su vida al otro. Cuando se está enamorado se cree que al fin encontramos aquella persona que por tanto tiempo estuvimos buscando. Y entonces nos entregamos en cuerpo y alma a esa persona con la que soñamos. Y deseamos que ese amor sea eterno, que nunca se acabe esa dulce sensación que sentimos cuando estamos con el otro. De eso habla el poema "Te amaré locamente"

TE AMARÉ LOCAMENTE


Te amaré locamente amada mía,
como nunca yo he amado ni amaré,
a nadie como a ti entregué mi vida,
tú has sido y serás cuanto querré.

Me diste ese cariño tan profundo,
cumpliste el bello sueño que yo amé,
amor así no existe en este mundo,
tú eres la mujer que yo soñé.

Desde hoy voy a amarte locamente,
con besos y caricias en tu piel,
decirte que te quiero eternamente,
amor así jamás vuelve a nacer.

Te siento dentro mio toda mía,
tu rosa ya ha empezado a florecer,
porque eres primavera de mi vida,
dulzura de unos besos hechos miel.

Que nunca más se apague lo que siento,
que vuelva nuestro amor a renacer,
el cariño más puro y más sincero,
que un hombre puede dar a una mujer.






Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias"