El trabajo le da al hombre dignidad. La cultura del trabajo que se enseña desde niño, el esfuerzo diario de madrugar para ir a trabajar. Ganarse el pan con el sudor de su frente para sueños alcanzar. No come de la pereza si no que se esfuerza por combatir la pobreza. Hoy le toca descansar, bien merecido día!
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A UN TRABAJADOR
(Arjona Delia)
Diligente asalariado,
trabajador dedicado,
sobresale en humildad.
Su firmeza diligente,
su paciencia, diariamente
le confieren dignidad.
La cultura del trabajo
empezar siempre de abajo
para sueños alcanzar.
Cada día se levanta,
injusticia siempre aguanta
y se esfuerza al madrugar.
El futuro asegurado,
el destino tan soñado
de llevar pan a su hogar.
De un mañana diferente,
Con el sudor de su frente,
¡pone empeño al trabajar!
Con valor y con grandeza,
combatiendo la pobreza,
él se pone a edificar.
¡Recorriendo el camino!
escribiendo su destino,
¡para el futuro alcanzar!
A estos hombres luchadores
hoy les brindo mis honores,
¡hoy les toca disfrutar!
El descanso merecido
del trabajo producido,
¡hoy los quiero saludar!
Todos los derechos reservados.
Copyright 16 de abril de 2018 By Arjona Delia
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser"
A LA MUJER TRABAJADORA
(Arjona Delia)
Esforzada, laboriosa,
buena madre, buena esposa,
¡sale siempre a trabajar!
La mujer es un ejemplo,
y su familia es un templo
que siempre sabe cuidar.
Roca firme en la tormenta,
desafíos siempre enfrenta,
EL VALOR DEL TRABAJADOR
(Arjona Delia)
Bien temprano se levanta,
su figura se agiganta
cuando sale a trabajar.
Su familia lo motiva,
no conoce la fatiga,
¡nunca piensa en renunciar!
No consume la pereza,
y nos muestra la grandeza
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