En pleno Valle Hermoso, entre las ciudades de Cosquín y La Falda, a una hora de viaje de la ciudad de Córdoba, se levanta un acogedor castillo florentino.
El edificio está rodeado por cuatro hectáreas de parque arbolado, con diversas posibilidades de esparcimiento al aire libre.
El Castillo fue construido, alrededor de 1870. A comienzos de 1900, José Ferrarini, un inmigrante italiano, compró la estancia, amplió el casco y le imprimió el estilo florentino que lo caracteriza hoy. Allí comenzó a funcionar, en 1930, el hotel Monte Olivo, que tuvo una corta vida solo cuatro años, porque la muerte de la esposa de Ferrarini motivó su cierre. Se mantuvo cerrado durante veinticinco años, durante los cuales el silencio y el abandono se apoderaron de su entorno.
En 1974 pasó a manos de la Unión Obrera Metalúrgica y, después de unos años, fue adquirido por sus actuales dueños. Estos últimos se encargaron de restaurarlo, cuidando cada uno de sus detalles, y sobre todo su mobiliario, recuperando su historia.
En 2002, la familia Fábrega adquirió el inmueble y, luego de tres años, inauguró El Castillo Hotel Resort Spa.
En la actualidad, el Hotel Resort & Spa, brinda un cordial servicio a quien desee alojarse y un completo menú internacional en las instalaciones del restaurante. El Castillo posee un restaurante habilitado para atender a todo público. Se pueden disfrutar de sus espaciosos verdes, parques, la piscina semi-olímpica, los juegos para niños, la cancha de tenis, su exclusivo spa o su salón de juegos con bowling, pool y tenis de mesa.
Se puede recorrer todas las instalaciones del castillo, descubriendo sus más ocultos secretos. Para quienes quieran sentirse como unos verdaderos reyes.
Escrito por Arjona Delia.
El edificio está rodeado por cuatro hectáreas de parque arbolado, con diversas posibilidades de esparcimiento al aire libre.
El Castillo fue construido, alrededor de 1870. A comienzos de 1900, José Ferrarini, un inmigrante italiano, compró la estancia, amplió el casco y le imprimió el estilo florentino que lo caracteriza hoy. Allí comenzó a funcionar, en 1930, el hotel Monte Olivo, que tuvo una corta vida solo cuatro años, porque la muerte de la esposa de Ferrarini motivó su cierre. Se mantuvo cerrado durante veinticinco años, durante los cuales el silencio y el abandono se apoderaron de su entorno.
En 1974 pasó a manos de la Unión Obrera Metalúrgica y, después de unos años, fue adquirido por sus actuales dueños. Estos últimos se encargaron de restaurarlo, cuidando cada uno de sus detalles, y sobre todo su mobiliario, recuperando su historia.
En 2002, la familia Fábrega adquirió el inmueble y, luego de tres años, inauguró El Castillo Hotel Resort Spa.
En la actualidad, el Hotel Resort & Spa, brinda un cordial servicio a quien desee alojarse y un completo menú internacional en las instalaciones del restaurante. El Castillo posee un restaurante habilitado para atender a todo público. Se pueden disfrutar de sus espaciosos verdes, parques, la piscina semi-olímpica, los juegos para niños, la cancha de tenis, su exclusivo spa o su salón de juegos con bowling, pool y tenis de mesa.
Se puede recorrer todas las instalaciones del castillo, descubriendo sus más ocultos secretos. Para quienes quieran sentirse como unos verdaderos reyes.
Escrito por Arjona Delia.
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