(Arjona Delia)
De repente, en un instante
aparecen los pájaros,
reunidos en pleno vuelo
y planeando muy bajo.
Revolotear de unas alas
de golondrinas de paso,
estas aves peregrinas
cubren las nubes de blanco.
Ya se percibe en el viento
el perfume de los nardos,
y en este celeste cielo
refulge el sol, deslumbrando.
Ella hace que los árboles
se recubran de esmeralda,
y de terciopelos rojos
los jardines de las casas.
Estos cambios que nos trae
la primavera añorada,
permiten que en mí florezca,
¡la esperanza marchitada!
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser"
Todos los derechos reservados.
Copyright © 13 de Septiembre 2011 by Arjona Delia
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