A Mi Perro
A mi perro lo tengo a mis pies como a un esclavo;
comiendo segùn quiera y de elegido;
que mientras come no eleve ni un ladrido;
sino que bata molinetes con su rabo.
Que yo, de pie, lo observo altanero,
por ver que coma hasta el ùltimo granito;
que aunque yo, me coma los hilitos,
èl, tendrà a diario su alimento.
Lustroso y bonachòn, asì es mi perro;
una luz encendida en sus pupilas;
con la cual me alumbra esta vida.
Satisfecho de comer, por fin me mira,
que al fin hasta allì nos parecemos;
adoramos los dos nuestra comida.-
-Todos los derechos reservados.-
Autor: Emilio Pablo
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