¡Qué niño malhumorado
Puedes tener a tu alcance!
Si en exhaustivo balance,
Siempre lo has ignorado.
Introspección, no has atinado
Y el se quedó sin chance.
Pobrecito con sus percances
¿A quién lo habrás encomendado?
Ahí vivirá condenado
Con el dolor en su cauce,
Clamando desesperado
Por el amor que rebalse
E inunde a este desquiciado
Para con él abrazarte.
Autor: Nestor Loza
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