(Arjona Delia)
Cuando yo te conocí
te cruzaste en mi camino,
nació una bella amistad,
así dispuso el destino.
Pues plantaste la semilla,
la regaste día a día,
poco a poco la amistad
fue creciendo en alegrías.
Sentí que tú eras mi amigo,
¡qué buena es tu compañía!
Llenaste todo el vacío,
¡alegras todos mis días!
Mis manos y mis abrazos
se entrelazaron contigo,
y pase lo que nos pase,
¡por siempre serás mi amigo!
¡Siempre doy gracias a Dios
que acompañas mi camino!
Por haberme valorado,
¡yo te estoy agradecido!
Poema publicado en el libro "Retrato de mujer"
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Copyright © 01/07/2009 by Arjona Delia
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