AMIGO
Te admiro y te respeto
por cubrirme con tu afecto,
por hacerme en la vida
el camino más perfecto.
Porque siempre me aconsejas
cada vez que estoy vencida
escuchas mis problemas,
ofreciendo tu mano amiga.
Despejando mi mente
tu voz suave me aconseja,
me escuchas serenamente,
cuando la alegría se aleja.
Tan sólo con tu palabra
alivias penas del alma.
El fuerte abrazo sincero,
da tranquilidad y calma.
Llenándola de alegría,
cada vez que apareces,
iluminas mi vida,
me siento diferente.
Hoy las gracias quiero darte,
con esta simple poesía,
y desearte que pases
el más bello de tus días.
Poema publicado en el libro "Una mujer, un mar en calma"
-Todos los derechos reservados-
Autor: Arjona Delia
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