Solo tú y yo sabemos
lo que ignora la gente
al cambiar un saludo
ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha
que es falso tu desvío,
ni cuanto amor esconde
mi gesto indiferente.
Solo tú y yo sabemos
porque mi boca miente,
relatando la historia
de un fugaz amorío,
y tú apenas me escuchas
y yo no te sonrío,
y aun nos arde en los labios
algún beso reciente.
Solo tú y yo sabemos
que existe una simiente
germinando en la sombra
de este surco vacío,
porque su flor profunda
no se ve, ni se siente.
Y así dos orillas
tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa
la corriente de un río,
por debajo del río
se unen secretamente.
Autor: José Angel Buesa
lo que ignora la gente
al cambiar un saludo
ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha
que es falso tu desvío,
ni cuanto amor esconde
mi gesto indiferente.
Solo tú y yo sabemos
porque mi boca miente,
relatando la historia
de un fugaz amorío,
y tú apenas me escuchas
y yo no te sonrío,
y aun nos arde en los labios
algún beso reciente.
Solo tú y yo sabemos
que existe una simiente
germinando en la sombra
de este surco vacío,
porque su flor profunda
no se ve, ni se siente.
Y así dos orillas
tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa
la corriente de un río,
por debajo del río
se unen secretamente.
Autor: José Angel Buesa
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