La despedida
Un día llegaste
a este lugar,
a ejercer tu oficio
que es el enseñar,
gustaron tus formas,
maneras de hablar,
y pronto ganaste
también mi amistad.
Hablamos, reímos,
como dos hermanos,
contando palabras
hasta en italiano,
historias de fútbol
y tecnologías,
se quedan de gente
tus clases vacías.
Fuimos muy amigos
y nos distanciamos,
ahora echo de menos
lo que no charlamos,
y cuando te vayas
quedará el recuerdo,
tu eco en las aulas
y hasta tu silencio.
El día que te marches
quedará el dolor,
y la amistad que tuve
con mi profesor,
estarás tu siempre
en mi corazón,
no sé, si una lágrima,
regalaré yo.
Con este poema
que es por tu partida,
tendrás aquí siempre,
Ángel, una amiga,
si algún día regresas
solo de visita,
verás aquí a alguien
que nunca te olvida.
Hoy yo te regalo
tan solo un adiós,
y un beso envuelto
en papel charol,
atado en un lazo
hecho de sonrisas,
que darán mis labios
en tu despedida.
Autor: Juan Antonio Valero
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