Cuando veo tantas mesas donde sobra la comida
y que luego hasta la tiran por no poderla comer,
pienso en en esas bocas yertas por un plato de comida,
tantos niños que sus padres no los pueden mantener.
Hasta injusto me parece que tal cosa se permita,
porque son miles de kilos de manjares exquisitos,
convertidos en basura que nadie habrá de comer,
mientras mueren en la calle hombres mujeres y niños,
buscando entre la basura sobras que tiran los ricos,
que ni piensan que haya pobres sin tener para comer.
Me da pena que eso ocurra y hasta me siento culpable,
cuando veo que en mi plato no hay nada que a mi me falte,
porque nunca supe de hambre y es difícil comprender,
lo que sienten esos niños que de hambre y sed se mueren,
cuando a otros no nos falta pan y agua que beber.
Aún recuerdo cuando chico aquel plato de los pobres
que en la casa de mis padres ni un solo día faltó,
donde siempre se sentaba algún pobre que pasaba,
y con todos él rezaba para dar gracias a Dios.
No lo olvido y ahora pienso si es el mundo que ha cambiado,
o es el hombre que ha olvidado que aún tenemos corazón.
Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias"
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