(Arjona Delia)
¡Abogados entrenados!
nos defienden con tesón,
estos hombres del derecho,
de coraje y de valor
Los que visitan pasillos,
con las leyes en las manos,
llevando los expedientes,
redactando los amparos.
Por caminos judiciales,
convenciendo a los jurados,
seduciendo a los fiscales,
ayudando al imputado.
Profesión desmerecida,
porque muchos no los quieren,
que son buitres y caranchos,
mentirosos, mala gente.
Un buen letrado no engaña,
¡dice la verdad al cliente!
Y lucha por la justicia
de manera inteligente.
Caminan las oficinas
asesorando inocentes,
administrando justicia,
condenando a malvivientes.
¡Gracias te digo, abogado!
Porque con leyes nos guías.
Los que siguen trabajando,
¡con verdad y con justicia!
Poema publicado en el libro "Retrato de mujer"
Todos los derechos reservados.
Copyright © 21 de Junio 2012 by Arjona Delia
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