Maestra En Tu Día
Ay, maestra, cuántas cosas
que sembrastes en mi vida;
el escribir mi poesìa...
eso por ti lo aprendí;
y en un beso va hacia ti;
mi alma agradecida.
En la infancia de mi vida,
fuíste esa otra mamá,
que me enseñó con afan
palotes, letras, y risas;
fue una estancia florida
eso que hoy vivo está.
Jamás se puede olvidar
a la mano generosa;
a esa que bondadosa
supo mi mano guiar;
"La seño", que supo dar
orientaciones y normas.
Tu blancura de paloma
imbuída en tu delantál;
supo de tu alma sembrar
ejemplos para el después;
hoy, llegando a mi vejéz,
aún recuerdo tu bregar.
Autor: Emilio Pablo
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