Las Mujeres
Ay, las mujeres, Señor;
me van ha matar de amores;
pues que al ir tras de sus flores
tormentos mil saco yo.
Aroman como una flor;
como ellas son delicadas;
y aunque no les diga nada
se ganan al corazòn.
De pronto me encuentro yo,
pensando en gran embeleso;
de còmo seràn sus besos
al entregarse en amor.
Ella, tu obra mejor,
Señor, y el mejor regalo;
que a nos los desterrados
nos diste en consolaciòn.
Autor: Emilio Pablo
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