Los maestros nos marcan el camino con su ejemplo. Nos brindan la educación necesaria para defendernos en la vida. Nos enseña los valores, el respeto y la confianza. Van dejando huellas en nuestro corazón porque nos acompañan en los primero años de nuestra vida. Nos ayudan a desarrollarnos como persona y a no bajar los brazos ante la adversidad. Siempre están a nuestro lado apoyando cada logro. Agradezco su paciencia y por cada palabra de aliento que me brindaron. El poema “A mis maestros” habla de eso, de su paciencia y de las cosas aprendidas, las herramientas y las armas del saber.
A los maestros
Es un deber festejar,
por el día del docente;
que ellos son, los que a la gente,
le dan herramientas claras,
para enfrentar el mañana,
con las armas del saber;
y nos dejan a la vez,
en cada uno, algo de su alma.
La mano que me guiara
con mis primeros palotes;
que con paciencia enorme
dejó su saber en mí;
fue la que le dió a mi vivír
sustento para mis sueños;
y en fin, también me hizo dueño
de ese mi camino de hombre.
Autor: Emilio Pablo
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