Todas las mañanas se levantan temprano para buscar el pan de su hogar. No conocen la pereza, trabajan y se esfuerzan para tener un bienestar. Trabajadores dedicados, humildes asalariados, la labor cotidiana del esfuerzo constante. Con valor y con grandeza combaten la pobreza y son el orgullo de la nación. En sus manos llevan cicatrices. Manos que construyen y aman, dejando toda su energía. Arquitectos de los pueblos, edifican para sus hijos y los demás. Cómo no rendirles un homenaje a todos ellos, los trabajadores.
AL TRABAJADOR
(Arjona Delia)
Toda actividad del hombre,
que lleve al mundo al progreso,
enaltece al universo
y a toda la humanidad;
Pido, a Dios, de su bondad,
trabajo para mi pueblo.
Porque el trabajo es el juego,
de hombre bièn entretenido;
al Santo Dios, yo le pido,
por cada trabajador;
no hay mejor obra de amor,
que desbrozar los caminos.
Autor: Emilio Pablo
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