TRISTE CONDENA
(Arjona Delia)
Escrito para el concurso "Cartas de desamor" realizado por la Secretaria de Cultura de Quilmes.
Hoy me pregunto, ¿por qué?
No encuentro las palabras para expresar lo que siento. Es difícil
trasmitir en el papel la angustia que transita mi corazón. No puedo detener las
lágrimas cuando escribo esta carta.
Nunca pensé que decidirías empezar una nueva vida, que nuestra historia
de amor tendría un final tan doloroso. Lo que más sufrimiento me causa es no
saber y entender los motivos que hicieron que te alejaras de mi lado, si
siempre te di lo mejor de mí.
Sé que ya es tarde, que no hay manera de recuperar tu amor. Te perdí y
lo debo asumir, pero hay una lucha en mi interior, porque aunque mi corazón te
ama, mis pensamientos me dicen que debo olvidarte y empezar de nuevo. Pero,
¿cómo se hace? ¿Cómo se borran los mágicos momentos que juntos vivimos? En la
habitación aún conservo una de tus fotos que me hace imaginar que fuiste a
trabajar y que a la noche regresarás. Pero llega la noche y la cena me
encuentra en soledad y me hace ver mi nueva realidad. En mis sueños reapareces
con tu dulce mirar y esto me hace confundirme todavía más. Cuando despierto en
las mañanas, resuena en mis oídos tu voz diciéndome “Te amo”. Siento el calor
de tus manos sobre mi espalda y recuerdo el sabor de tus labios. Mi cama aún
conserva el perfume de tu piel sobre mi almohada. Llevo tu olor impregnado en
mi ser y tu nombre tatuado en mi alma. ¿Cómo le digo a mi corazón que se olvide
de todo eso?
Me convertiste en mujer, me enseñaste a conjugar el verbo amar y te
fuiste seducido por un espejismo y me dejaste sin nada. Se me quiebra la voz y
se me agrieta el corazón cuando pienso que no me amas. En mi rostro ya no se
dibujan
las sonrisas que antes fácilmente brotaban. Sólo siento un gran vacío,
porque te llevaste los mejores años de mi vida, mis alegrías y mis ganas de
vivir. Hoy la angustia se ahoga en mi pecho y hay un dolor profundo en mi alma,
un tormento del que no puedo escapar. No encuentro la luz que ilumine mi camino
y me muestre la salida. ¿Por qué? ¿Por qué tu indiferencia me hace tanto daño?
Si tanto nos amábamos ¿Por qué? No encuentro la respuesta a mi pregunta.
Mi corazón se desgarra de dolor, te busco ilusionada en cada rincón de
la casa. Estoy sangrando por la herida y cada día te extraño más.
En mi rostro y en mi cuerpo se refleja la tristeza, pues debo asumir que
ya no volverás. La soledad y la melancolía me hacen compañía en un laberinto
sin salida. Ya no aguanto un minuto más sin tenerte, pero debo callar. Entonces
mi sentimiento queda atrapado, prisionero dentro de mi alma sin poder hacer nada.
Sólo me resta cumplir con esta condena y debo aceptar esta triste realidad de
saber que ya no estás.
Pero, ¿cómo se hace para dejar de amar? ¿Cómo se hace para olvidar? Si
todos los lugares me recuerdan a ti. Todo se derrumbó cuando hiciste añicos los
juramentos de amor eterno, cuando otra persona se cruzó en tu camino, y se
derribaron nuestros sueños cual si fuera un castillo de arena. Debo aguantar el
amargo sabor que tiene el adiós. Reconocer que esta vez he perdido, que todo mi
inmenso amor no sirvió para retenerte a mi lado.
Mientras escribo esta carta unas lágrimas se deslizan por mi rostro. Un
angustioso llanto que nunca verás, pero que se derrama en tu nombre y le da
alivio a mi alma. Sangro por dentro y se desgarra mi alma al pensar que todo se
acabó. Sólo quiero que me digas… ¿cómo se hace para volver a empezar?
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Copyright ©19/12/2016 by Arjona Delia
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