Se despertaron sensaciones, la piel se volvió terciopelo. Se develaron los misterios y nos entregamos ante un beso. Y conspiró el universo, hizo un silencio callado para no interrumpir el deseo.
Y la noche se hizo eterna, se iluminó la mirada, se cruzaron los deseos y entre caricias y besos dialogaron los sentimientos. Y mis labios pronunciaron un “Te amo” y tu corazón me expresó un tímido: “Te quiero”.
Eso es el amor verdadero, escuchar lo que dicen nuestros cuerpos, que claman a gritos por este encuentro. Se aceleran los latidos, se enmudecen las palabras, y hablan nuestros besos.
La entrega es total, y en cuerpo y alma profesamos amor eterno. Nuestra habitación guarda el secreto y la luna es testigo de lo que pasó en ese momento, que volverá a repetirse con solo pronunciar un “Te quiero”.
Attribution No Derivatives cc by-nd Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando no sea alterada en lo absoluto dando crédito al autor.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario