¡NO TE RINDAS!
(Arjona Delia)
¿Quién borró de tu cara la tristeza y la pintó de alegría con sonrisas? ¿Acaso fueron las musas, que vestidas de regocijo se posaron en tu cuerpo? ¿Qué ser infinitamente celestial disfrazó tus angustias y les otorgó música a tu corazón?
Las soledades vagan por el desierto y tú estás acompañada por una melodía que dibuja corazones y sonrisas en el libro de la vida. Las tristezas y soledades sólo son recuerdos que se esfumaron con el tiempo.
El pasado no volverá; ha quedado sepultado en lo profundo y le ha dejado su lugar a nuevos cielos, que van perfumando tus anhelos.
¡No te rindas! Sube los peldaños que se abrieron y te llevan hacia los cielos. Allí te espera un mundo nuevo, rodeado de sueños y te esperan mariposas que susurran tu nombre, diciéndote que todo se te entrega por el esfuerzo.
¡Sube los peldaños, uno a uno!... que la felicidad te espera para darte la mano y hacerte un lugar junto a ella en su trono. Y seguirán dibujándose esas sonrisas que se posaron en tu rostro y que han venido a quedarse, acariciándote el alma.
¡Sube los peldaños! No te rindas.
Attribution No Derivatives cc by-nd Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando no sea alterada en lo absoluto dando crédito al autor.
(Arjona Delia)
¿Quién borró de tu cara la tristeza y la pintó de alegría con sonrisas? ¿Acaso fueron las musas, que vestidas de regocijo se posaron en tu cuerpo? ¿Qué ser infinitamente celestial disfrazó tus angustias y les otorgó música a tu corazón?
Las soledades vagan por el desierto y tú estás acompañada por una melodía que dibuja corazones y sonrisas en el libro de la vida. Las tristezas y soledades sólo son recuerdos que se esfumaron con el tiempo.
El pasado no volverá; ha quedado sepultado en lo profundo y le ha dejado su lugar a nuevos cielos, que van perfumando tus anhelos.
¡No te rindas! Sube los peldaños que se abrieron y te llevan hacia los cielos. Allí te espera un mundo nuevo, rodeado de sueños y te esperan mariposas que susurran tu nombre, diciéndote que todo se te entrega por el esfuerzo.
¡Sube los peldaños, uno a uno!... que la felicidad te espera para darte la mano y hacerte un lugar junto a ella en su trono. Y seguirán dibujándose esas sonrisas que se posaron en tu rostro y que han venido a quedarse, acariciándote el alma.
¡Sube los peldaños! No te rindas.
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser" de Arjona Delia
Todos los derechos reservados.
Copyright ©26/05/2018 by Arjona Delia
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