El poema de hoy consiste en realizar un diálogo en cuarteta con rimas asonantes, en el cual los personajes sean antónimos. En el ejemplo hemos utilizado el ruido y el silencio.
DIÁLOGO ENTRE EL RUIDO Y EL SILENCIO
(Arjona Delia)
El ruido:
Los niños están contentos
y me dan felicidad
con ruidos no habrá silencio
¡qué alegría, de verdad!
El silencio:
El ruido mucho molesta
pues no me deja pensar.
¡Ya basta de tantos gritos!
¡Por favor, dejen de hablar!
El ruido:
¡Don silencio! ¡Qué aburrido!
¡Alegre su corazón
con la música bien fuerte,
tararee una canción!
El silencio:
¡Mis oídos se resienten!
Contamina y me violenta,
yo siempre quiero el silencio,
¡mucho ruido me atormenta!
El ruido:
Los ruidos le darán vida,
¡reconfortan su interior!
En las tumbas hay silencio,
¡no hay felicidad, señor!
El silencio:
En una noche de luna
el silencio está presente,
observe también estrellas
¡lo invito a que experimente!
El ruido:
Prefiero el llanto del niño,
el nacimiento a la vida,
el sonido del suspiro,
¡sensación que no se olvida!
El silencio:
Meditemos en silencio,
¡unas horas por favor!
tanto estrés me debilita
¡y me causa malhumor!
El ruido:
Yo prefiero las sirenas,
el bullicio de la esquina,
y los autos en las calles,
cuando tocan las bocinas.
El silencio:
Don ruido, no discutamos,
¡tantas horas tiene el día!
Que haya tiempo de silencio,
¡y momentos de alegría!
El ruido:
Tiene razón, don silencio,
¡siempre termino agotado!
El descanso es necesario
¡amigos hemos quedado!
El silencio:
No se me amargue, don ruido,
reconozco su virtud,
pero no olvide, mi amigo,
¡que el silencio… es salud!
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser"
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