Cada vez hay más niños viviendo en la calle a merced del frío, las lluvias y el hambre. Mendigando o trabajando en las calles y en las plazas de las ciudades. Pero nadie los ve, son invisibles al estado, a la gente que tiene el poder para ayudarlos y la mayoría de la gente les tiene miedo ya que creen que son delincuentes y se alejan de ellos. Estos niños que deberían estar jugando o estudiando para tener un futuro mejor están muy lejos de ser felices. Mi humilde poema dedicado a ellos, los niños de la calle.
INDIFERENTES
(Arjona Delia)
Tanta gente indiferente
con miradas distraídas,
corriendo por la ciudad,
o caminando de prisa.
Encerradas en su mundo,
¡con sus conciencias dormidas!
No despiertan ante el otro
necesitado de comida.
Abrazados a los cielos
alumbrados por estrellas,
abandonados a su suerte,
¡se les cierran las puertas!
Y los dueños del mundo
acarician las riquezas,
sus miserias esconden
¡insensibles a la pobreza!
¿Qué harán cuando la desdicha
toque un día a su puerta?
Cuando el gran Dios del cielo
equipare todas las cestas.
Attribution No Derivatives cc by-nd Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando no sea alterada en lo absoluto dando crédito al autor.