(Arjona Delia)
Dicen que no tiene nombre
cuando se te muere un hijo.
Las llaman viudas si pierden
o se les muere el marido.
Si se mueren los dos padres
le dirán el huerfanito...
Pero ¿cómo se les llama
cuando llega la desgracia
y pierden a sus hijos?
Eso no tiene nombre...
el dolor de haber perdido
no se puede comparar
a un hijo muy querido.
¿Cómo afrontar la angustia
que ese pequeño se ha ido?
¿Dónde andarán esos niños
con caritas de pícaros,
que andaban en bicicletas
sin temer ningún peligro?
¿Serán estrella en el cielo?
¿Dónde vivirá su espíritu?
¿Serán flores en la tierra?
¿Dónde estarán protegidos?
¿Dios se los habrá llevado?
¿Están ahora en su nido,
y mirarán desde arriba,
cuando todos nos dormimos?
Quizás están esperando
que nos suceda lo mismo,
para mostrarnos que arriba
¡hay un paraíso florido!
Poema publicado en el libro "Reflejos de mi Ser"
Todos los derechos reservados.
Copyright © 01 de Agosto 2011 by Arjona Delia
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Es un dolor que quema las entrañas, es algo sin nombre sin poder decir el sentir de una madre, que ha perdido un hijo es vivir a medias con medio corazón latiendo, llorar hacia dentro de día y noche buscando en el cielo cual estrella es ese hijo/a, buscar en las aves alguna señal quiza una mariposa sea el alma de ellos/as.
ResponderBorrares la locura fingiendo ser cuerda.