Y Aquello Pasó
Tristemente, mi cantar,
se ofrendó sobre esa reja;
más que cantar, triste queja
de un amor empecinado;
y hoy todo aquello es pasado
y ella, en la reja no está.
El tiempo llevó al pasar
ilusión y serenata,
y ensombreció a mi guitarra
con esa patina gris;
de aquel tiempo ya perdí
hasta ese candor de mi alma.
Las cuerdas que ayer nombraban
en su vibrar a la dicha;
hoy gimen como dolidas
de tanto vano cantar;
es que esa felicidad
fue materia no aprendida.
Del fondo de esas heridas
que había dejado el amor,
sacan el torvo dolor
cual luz que se cristaliza;
cicatrices de una vida,
que en mí, se hallaban dormidas.
Tuvo otras rosas queridas
mi corazón empeñoso;
y vi con amargo asombro
que todo se repetía;
pero hasta el fin de mis días
amar... yo lo creo hermoso.
Autor: Emilio Pablo
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