(Arjona Delia)
Cuando ella se enamoró de él
sus pupilas se iluminaron,
pero cuando empezó a convivir
sus bellos ojos se nublaron.
Aquel hombre que tanto amaba
en otra cosa se trasformó.
sólo lágrimas derramaba,
en pesadilla se convirtió.
Se cree importante cuando humilla
porque eso aumenta su autoestima.
Ella, que lo ama, aprendió a callar
creyendo que lo iba a cambiar.
¡Escapa y libera tu interior!
Porque es dura tu realidad,
no mereces un maltratador,
debes darte otra oportunidad.
Así tu vida va a destrozar,
es hora que te pares erguida,
libérate y vuelve a empezar
dale un giro nuevo a tu vida.
No permitas al tiempo pasar,
no creas en él, su hipocresía,
ese hombre jamás te va a amar
y nunca se arrepentirá.
Sólo da golpes y humillación,
se justifica, no se arrepiente.
Creando dolor en tu corazón,
te pide perdón, pero te miente.
Ni un sólo golpe más permitas,
naciste para ser amada,
ser respetada y protegida,
nunca para ser maltratada.
Tienes derecho a la libertad,
no te sientas culpable de nada,
no eres objeto de propiedad,
no mereces ser castigada.
Intenta salir de ese infierno,
buscando pronto una salida.
Luchando vence y pierde el miedo,
antes que acabe con tu vida.
Debes ponerle punto final,
buscando una vida diferente,
que no te trate como animal,
y tengas tranquilidad en tu mente.
No hay razón, mujer, para callar,
no te escondas más, ¡Denúncialo!
Si te decides pronto a hablar,
nosotras te vamos a ayudar.
Poema publicado en el libro "Una mujer, un mar en calma"
-Todos los derechos reservados.-
Copyright ©o5/04/2010 by Arjona Delia
Attribution No Derivatives cc by-nd
Esta licencia permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre y cuando no sea alterada en lo absoluto dando crédito al autor.
