POEMAS PARA LA MUJER Escritora Arjona Delia
Escritora Arjona Delia

24 de noviembre de 2010

Poemas a Un Amor Cibernetico


Cuando Llegue el Momento

Cuando llegue el momento,
de cumplir ese sueño,
de encontrarnos un día,
de poder conocernos.

Cuando llegue el momento
de mirarte a los ojos,
que no estemos soñando,
que tú estás en mis brazos.

Que podemos tocarnos,
nos estamos amando,
sin distancia sin tiempo,
Cuando llegue el momento,

tantas noches soñado,
tanto tiempo esperado,
habrá llanto en los ojos
y silencios intensos.

Cuando llegue el momento
en que estallen los besos,
en cascadas de luna,
que nos corte el aliento.

Y las mieles del alma
nos inunden por dentro,
Cuando ese instante llegue,
de cumplir nuestro sueño.

Ya no habrá más olvidos,
no habrá ya más recuerdos,
solo el dulce suspiro,
de un te amo y te quiero
para siempre y eterno.







Autor: Emilio Pablo

Poemas de Desamor : Desencanto


Desencanto

Yo no quiero querer
otra vez, para qué,
ni que surja el amor,
un amor que no sé,
que me va a regalar
y a quitar a la vez
si da felicidad
o solo es de papel.

yo no quiero soñar
con ninguna mujer,
si lo bello lo tuve
pero un día se fue,
no puede regresar
ya no quiere volver,
de los “sin esperanza”
voy a sacarme el carnet.

Dejaré de esperar,
en volverte a tener,
dejaré de pensar,
lo que va a suceder,
me dejaré llevar
como lo hace algún pez,
me dejaré pisar
como lo hacen los pies.

Dejaré de buscar
lo que nunca busqué,
me pondré a soñar
algo que me inventé,
de mis fantasías
solo viviré,
recrearé mi vida
sin ningún cartel,
que me ponga etiquetas
en cáscaras de nuez.








Autor: Juan Antonio Valero


Poemas de Desamor - Un Amor Inmenso


hombre+triste+soledad

Fue Tan Hondo Este Amor


Fue tan hondo este amor fue tan inmenso,
lo llevo tan clavado en mis entrañas
que muero al no tenerlo por las ganas
de entregarle este cariño tan intenso.

Pero los días pasan y la vida pasa,
las distancias van ahogando las querencias,
es tan fuerte el dolor de nuestra ausencia
que el tiempo es un ladrón que roba y mata.

Un amor que parecía era tan fuerte,
fraguado en el crisol de la esperanza,
que nada habría de herirlo hasta la muerte.

hoy siento cómo se hunde en mí su espada,
desangrando mis carnes con sus dientes,
porque presiento no habrá nunca un mañana.







Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" )





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