El Mundo Un Paraiso
Si las cosas que sorprenden a los ojos
sorprendieran también al corazón,
podría ser el mundo un paraíso
por la fuerza incontenible del amor.
El mundo se divide en dos pedazos,
donde quien ríe prefiere no llorar,
donde quien llora dejó ya de reír,
donde el que tiene prefiere tener más.
Quien pone el corazón ante sus ojos,
jamás reclamará por cosa alguna,
verá tanto dolor en otros ojos,
que su propio dolor no lo tortura.
No reclamen por cosas que perdieron,
que ni siquiera tienen importancia,
cuando tantos millones de personas,
no han pensado jamás reclamar nada.
El mundo un revoltijo de miserias,
donde tantos se mueren hoy de hambre,
cuando a otros le sobran tantas cosas,
porque no han pensado nunca en nadie.
Ser solidarios del dolor ajeno,
es un deber de quien sabe no le faltan,
una techo, una cobija, un pan sobre la mesa,
mientras tantos perdieron su esperanza.
Pero Dios sabe bien lo que es justicia,
y aunque el pobre se muera y no reclame,
es posible que el rico un día se vuelva,
por su ciego egoísmo un miserable.
Si las cosas que sorprenden a los ojos,
sorprendieran también al corazón,
podría ser el mundo un paraíso,
por la fuerza incontenible del amor.
Amor es la esperanza que nos queda,
porque todo lo demás ya se perdió.
Autor: José de Arias Martínez ( "PePe Arias" )