Por otra parte, las angustias ocasionadas por hechos que todavía no acontecieron, que se encuentran en un futuro, ya sea próximo o lejano, son también zonas de la mente que desgastan energéticamente.
La persona que piensa en el pasado o en el futuro se inmoviliza en el presente, se queda estática, imposibilitada de actuar adecuadamente, mientras su mente viaja a regiones inútiles de su existencia.
Programas el futuro, planear estrategias para alcanzar una meta racionalmente lógica, y emocionalmente aceptable hacia la cual dirigirse, es muy diferente a construir castillos de naipes para un futuro ilusiorio.
Si uno no trabaja en su presente para hacer realidad esos deseos, la energía que ha gastado construyéndolos es energía perdida.
Del mismo modo, revisar y valorar las experiencias pasadas para extraer de ellas las lecciones que podamos emplear en el presente, es válido y deseable. Pero es muy diferente a estar "rumiando" experiencias dolorosas, ya que éstas alimentan una idea negativa acerca de uno mismo."
Extraído del libro "Programa de autoayuda para desarrollar la inteligencia emocional" de Angela Hernández