POEMAS PARA LA MUJER Escritora Arjona Delia
Escritora Arjona Delia

5 de diciembre de 2008

Amor profundo



amor enamorados



Yo siento un amor profundo
dentro de mi corazón,
porque se cruzó en mi camino
el verdadero amor.

Yo siento un amor profundo
por este amor tan tierno,
y siento dentro de mi alma
que esto será eterno.




Autor: Arjona Delia


La soledad

Poema de Soledad

La soledad es algo así
como buscar y no tener con quien estar,
la soledad es algo así
como querer y no saber por que llorar,
es un amante en el anden
que mueve el brazo tras el tren
como intentando dibujar su soledad.

Es ver la lluvia descender
sobre la calle y no tener,
ninguna historia que contar ni que olvidar
es como andar sin conocer,
ningún lugar donde dejar
a que descanse alguna vez…
la soledad.

Mi soledad tiene el color
oscuro y triste del amor que no duró,
un vano intento de vivir
una sonrisa que una mueca me dejo,
soy ese amante del anden
y muevo el brazo tras el tren
como intentando dibujar mi soledad.

Bajo la lluvia tengo sed
de ir a buscarte más allá,
para que puedas conocer mi soledad
y sigo andando sin tener
ningún lugar donde dejar,
las hojas secas de la fe…
mi soledad.




Desconozco el autor.

3 de diciembre de 2008

El silencio


mujer+mariposas
El Silencio

No es ausencia de sonidos,
ni carencia de palabras,
cuando también lo contemples
escucharás que te habla.

El niño duerme en silencio,
esa cara iluminada
refleja paz en su rostro,
¡dice más que mil palabras!

En aquella vida excluida,
aquel mendigo pidiendo,
en sus manos extendidas,
¡el sonido estarás viendo!

En la tristeza del niño,
que duerme en la calle hambriento,
escucharás el sonido,
¡de su estómago crujiendo!

Un minuto de silencio
en memoria de los muertos,
verás miles de recuerdos,
¡más que un día de los nuestros!

El rostro de enamorados
cuando sus almas se encuentran,
sus corazones callados
¡en silencio lo demuestran!

Silencio en la habitación,
las caricias de las manos,
el sonido es la canción
que a nuestros cuerpos brindamos.

En la gente arrodillada
en súplica con sus ruegos,
las palabras escondidas,
y el silencio de sus sueños.

Mi llanto tengo en silencio,
si tengo dolor en mi alma,
escucho mis sentimientos
y luego viene la calma.

Y cuando cierro mis ojos
es mi voz interior que habla,
el silencio que me dice
¡me transmite mil palabras!

El tranquilo atardecer
cuando muere el sol sereno,
cierra los ojos, ¡escucha!
es tu corazón latiendo.

Los escucho y los contemplo,
¡agradezco el privilegio!
Puedo ver en todos ellos
¡los sonidos del silencio!





Poema publicado en el libro “Entre plumas y pinceles” 
Todos los derechos reservados.
Copyright © 3 de Diciembre 2008
by Arjona Delia


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1 de diciembre de 2008

La culpa fue mia


La culpa fue mía
porque te creí
nunca imaginaba
que termine así.

Destruiste la confianza
que deposite en ti,
y hoy vienes arrepentido
pero ya me fui.




Autor: Arjona delia

El ruido del silencio

El ruido Del Silencio

Soledad y tristeza
dolor en el pecho
traicionaste la confianza
mi corazón está maltrecho.

Que triste es hoy sentir
los ruidos del silencio
que me griten a viva voz
el dolor del desconsuelo.






Autor: Arjona Delia

29 de noviembre de 2008

Los Miedos

Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen.

Había una vez un Jaguar que en una ocasión se aproximó hasta un lago de aguas espejadas para calmar su sed y al acercarse a las mismas, vio su rostro reflejado en ellas y pensó:
- ¡Vaya!, Este lago debe ser de este Jaguar. Tengo que tener mucho cuidado con él.
- Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó a las mismas.











Allí estaba otra vez el “Jaguar”. ¿Qué hacer?. La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió.
Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al “Jaguar”, abrió las fauces amenazado, pero al comprobar que el otro “Jaguar” hacia lo mismo, sintió terror.













Salió corriendo, pero ¡Era tanta la sed!.
Lo intentó varias veces de nuevo, pero siempre huía espantado.
Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediese.
Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas, ¡El “Jaguar” desapareció!














Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen.
No dejes que tu imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni te pierdas en las creaciones y reflejos de tu propia mente.


La piedra en el camino

La Piedra en el camino

El distraído tropezó con ella.
El violento la usó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El caminante cansado, la usó como asiento.
Para los niños fue un juguete.
Drummond hizo poesía con ella.
David mató a Goliat.
Michelángelo extrajo de ella, la más bella escultura.
En todos los casos la diferencia no estaba en la piedra, sino en el hombre.
No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.





Autor: Desconocido

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